Dirigir personas no es tán fácil como parece. Del mismo modo que dirigir una orquesta no es sólo mover la batuta en dos direcciones. Hay que sacar el alma a la música, los sentimientos. Los instrumentos reflejan lo que hay dentro. Hay que saber saber sacarlo hacia afuera.
Magnífico discurso. Dura casi 10 minutos, pero vale la pena detenerse.
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